iPhone 3GS: pros y contras

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Ahora que se van calmando euforias post-keynote, que ya conocemos los principales cambios que implementa el iPhone 3G S y que ya podemos empezar a pensar si vale o no la pena comprarnos uno, es momento de valorar el producto en sí y en toda su extensión, al margen del resultado que le dé a cada usuario.

En su momento me mostré frontalmente en contra de aplaudir a Apple por implementar en el software iPhone 3.0 funciones que muchos terminales ya hace tiempo que incorporan. Mi postura sigue exactamente igual en este sentido, pero por otra parte, hay que reconocer que el iPhone 3G S tiene muy buena pinta. Pero cuidado, no es un terminal nuevo como tal, sino un terminal actualizado y puesto al día en funciones puntuales, aunque el terminal sigue siendo capaz de hacer otras cosas que otros móviles solo pueden hacer en sueños, tal y como ocurre con el iPhone 3G ahora mismo, y esto es: sin actualizar al software iPhone 3.0.

Puede que los tiempos que corren en plena crisis no inviten a lanzar un producto totalmente nuevo y con funciones jamás vistas. Pero la cadencia que sigue Apple desde hace mucho tiempo deja entrever que el próximo año sí que sacarán un nuevo iPhone realmente revolucionario como lo fue el primero. Es como si para las cosas que llevan todos los terminales, Apple llevase un año o más de retraso, y aun y así hay características clave, sobretodo en smartphones, que siguen sin estar implementadas en el terminal; aunque, insisto, todas las empresas están muy lejos de alcanzar al iPhone en otras funciones.

En definitiva el iPhone 3G S es simplemente una evolución del iPhone 3G e incluye características que otros terminales ya incorporan desde hace tiempo, aunque también hay que tener en cuenta -reitero, por tercera vez- que tiene otras muchas cosas geniales que otros no incorporan.

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