St. Clair Intellectual Consultants es una pequeñísima empresa que se dedica, por llamarlo de algún modo, a patentar ciertos usos y funcionalidades de dispositivos electrónicos para cuando los fabricantes más poderosos las implementan en sus dispositivos, dando por sentado que son características comunes para todo el mundo, puedan demandarles. La cuestión es que cuando una patente es aceptada como tal la ley debe aplicarse, así que el problema en este caso podría ser la aceptación de algo tan estrafalario.
La mencionada empresa es propietaria de varias patentes, como por ejemplo, la de pulsar un botón para obtener una imagen fotográfica, almacenar esta en un dispositivo electrónico, y cosas por el estilo. Y ahora apunta a Apple como violadora de sus patentes. Ojo, porque grandes compañías ya han caído bajo las artes de esta empresa, puesto que, insisto, la ley es muy clara. Por eso apuesto que Apple muy posiblemente deberá pagar semejante absurdez por violar patentes de características comunes en la mayoría de aparatos fotográficos.
Un día de estos voy a patentar un sistema motriz basado en el avance de una extremidad inferior por delante de la otra extremidad, para posteriormente equilibrar el peso del cuerpo sobre la primera, facilitando el avance del mismo, y provocando la sobreposición de la segunda extremidad mediante un balanceo por delante de la primera con el fin de poder empezar de nuevo la ejecución de la misma acción, con la que se obtiene una acción de movimiento. Lo llamaré caminar, y el mundo deberá pagarme para usar «mi» patente. Absurdo, ¿no?
