La imagen es de Engadget, que demuestran que el cristal del iPhone 4, ese tan resistente que es, según Apple, puede rayarse. Efectivamente, se acaba de descubrir la sopa de ajo.
Los responsables de la imagen aseguran que en una fotografía es difícil apreciar los rasguños, pero parece que queda patente que el cristal a prueba de bomba no lo es tanto como podría parecer en un principio, como dice Apple, en vista de lo que le está pasando a la parte posterior del terminal. No vamos a entrar en discutir el tratamiento que se la ha dado al aparato, porque damos por sentado que se le ha dado un uso normal. Tan normal como poner el iPhone 4 encima de una mesa, por ejemplo. Y es aquí donde, por nuestra parte, vamos a reinventar la sopa de ajo.
Vamos a ver si tenemos una cosa más que clara, cristalina, valga la redundancia. Cualquier superfície de cristal que se apoye con asiduidad sobre otra superfície, termina rayándose. Poco o mucho, pero termina rayándose. Da igual el material y la forma con la que esté hecho, porque termina con rasguños y rayaduras, algunas casi impercetibles, otras que saltan a la vista, pero todo cristal se raya. Es que además, a estas alturas todo el mundo sabe que no hay que tomarse ninguna publicidad al pié de la letra.
Si bien algunos pensamos que Apple ha encontrado un filón en las fundas, también es cierto que la compañía ha lanzado una funda para el iPhone 4 con un objetivo muy concreto: evitar que ninguna cara del iPhone 4 toque directamente jamás ninguna superfície, y eso solo ocurre si se dota al aparato con algo que le de tanto grosor, que las superfícies de cristal, la trasera y la frontal respectivamente en este caso, se mantengan siempre a una distancia prudencial de toda superfície para evitar que ocurran estas cosas.
¿Porque hasta ahora Apple no había lanzado ninguna funda, cuando ya va por la cuarta generación del iPhone? Porque hasta ahora, ningún iPhone había sido fabricado con un material que la mas mínima rayadura se note más, porque teóricamente se da por sentado que todos sabemos que el metal (el primer iPhone y el iPad) acaba rayándose, y el plástico (iPhone 3G y 3GS) también. Pues si, el iPhone 4, de cristal, también se raya. ¿Qué esperabais?
En casa hay un iPhone 3G y un iPhone 3GS. Ambos han sido metidos en sendas funda antes incluso de su primera puesta en marcha. Cuando es necesario, se quitan de las fundas, se limpian con un paño de tela, y se vuelven a enfundar. Jamás han sido apoyados sobre nada, y nunca tocado ninguna superfície directamente. Pues ambos tienes rayaduras. Sí, porque son de plástico. Ahora imaginemos que fueran de cristal. ¿Ya?
