En el popular discurso de Steve Jobs en el acto de graduación de la Universidad de Stanford, el CEO de Apple habla sobre unir los puntos. Se refiere a que es posible unir los hechos pasados para entender el presente en el sentido de que todo tiene una razón de ser y, al final, todo encaja. Recientemente se han disparado los rumores sobre algo que a día de hoy suena mas o menos normal, pero hace años hubiera sonado a esperpéntico y poco probable. Pero tanto si los rumores se confirman como si no, en ambos casos el resultado es que Apple en su momento ya sacó tajada del asunto -y sigue y seguirá sacando tajada- , se abrió camino yendo a su aire prescindiendo del resto del mundo, y la cosa le ha ido bien. Esto ocurre porque la compañía nunca se ha metido en bailes de empresas, de fusiones, de demandas colectivas ni nada parecido; al menos en este aspecto, Apple baila sola.
En 1998, hacía dos años que Steve Jobs había regresado a Apple después de que fuera expulsado de su propia compañía. Se cargó varias líneas de productos de una Apple cayendo en barrena, y recortó el catálogo de la empresa de 50 a alrededor de 10 aparatos. Por aquel entonces, un universitario llamado Shaw Fanning había desarrollado, junto a Sean Parker y Jordan Ritter una aplicación llamada Napster. Consistía en un programa en el que el usuario podía buscar, descargar y compartir música en formato MP3 con otros usuarios. En un principio la aplicación se creó para amigos, pero en un tiempo récord la cosa estalló a nivel mundial. El título de creador de Napster lo dejo a libre albedrío. En la cultura popular y para ser más exactos, cinematográfica, hay cameos de Shaw Fanning acusando a su compañero Parker de robar Napster como por ejemplo, en el remake de The Italian Job. Y el Parker que interpreta el cantante Justin Timberlake en el reciente film La red Social no queda, digamos, muy bien parado. Que cada uno saque sus conclusiones.
Volviendo al tema, el gran enemigo que propició la caída de Napster fué el grupo Metallica, que mediante su discográfica -en Estados Unidos- Warner Music consiguió batir en los tribunales a la aplicación, no sin la ayuda de gran parte del resto de discográficas. Y en medio de la batalla legal, durante los primeros pasos de la revolución de la música digital, se dice que Shawn Fanning colaboró con Apple para desarrollar algo que, años más tarde, se conocería como iPod y todo su universo. Tanto si esta colaboración es cierta como si no, lo que es innegable es que Fanning, como creador de Napster, fue el catalizador de lo que vendría después; y que impacto que el reproductor más vendido de la historia ha tenido en todo el mundo ya es de sobra conocido por todos. Y los guiños entre Napster e iTunes, también son evidentes. Todo encaja.
Ahora, se rumorea que Metallica no sacará su próximo disco con Warner Music al haber expirado su contrato. Se apunta a que la formación es lo suficientemente grande como para volar sola, y que ya no necesita el respaldo de la major, cuando en el pasado, su relación fue el principal caballo de batalla para conseguir que Napster cesara su actividad. Y a la vez, se dice que Sean Parker, el co-fundador de Napster, podría pretender comprar Warner Music junto a otros socios de la lista de multimillonarios Forbes, en un momento en que Spotify no puede despegar en Estados Unidos por la oposición de dos grandes discográficas: Universal y Warner. De nuevo, tenemos guiños entre Napster e iTunes, y sumamos Spotify. Todo encaja, otra vez.
Hasta aquí he mencionado a Apple en la introducción y casi en voz baja en los inicios de su camino en la música digital. Mientras todas las trifulcas van cambiando el rumbo de la historia, es evidente que Jobs tenía razón cuando habla de encajar los puntos del pasado para entender el presente. Y al margen de todos los embrollos entre formatos, discográficas, aplicaciones, disputas legales, contratos y similares, en Cupertino recorren su camino paralelo al mundo y son los únicos a quienes le ha salido bien la jugada en el mercado de la música digital, porque Apple baila sola.