Hoy me he puesto a reflexionar un poco acerca del mundo Apple, y la verdad es que como buena maquera que soy he de decir que por el momento, con mi Macbook de la serie blanca, esos que ya se han extinguido en el mercado no tengo problemas de actualizaciones, por lo que nada que decirles a mis buenos amigos de Cupertino. Otra cosa son ya los dispositivos móviles, esos por los que no pagamos nada por las actualizaciones iOS (A diferencia de Mac OS X), a los cuales estoy empezando a coger un poco de manía.
A ver con mi iPod II poco me queda que hacer porque ni siquiera fue compatible con iOS 5 como para pretender que lo sea con iOS 6. Pero bueno, este me lo regalaron los de Apple cuando me compre el ordenador, así que tampoco tendría queja. Sin embargo, el iPad I y el iPhone 3GS que en un buen momento me compré, y que menos mal ya vendí hace tiempo, ya no sería compatibles con casi ninguna de las opciones de iOS 6, tal y como les expliqué en el post anterior.
Es precisamente eso lo que me cabrea y me echa al tiempo para atrás cada vez que me planteo comprarme un nuevo dispositivo móvil de Apple, y es por eso que creo que Apple manda sus gadgets al rincón de los obsoletos antes que otras compañías, aunque claro, si yo fuera ellos, que llenan colas con la presentación de sus novedades, creo que haría lo mismo. ¿Y ustedes?