En el país donde es deporte nacional el demandar por casi cualquier cosa -lo que no significa que tengan más o menos razón y/o motivos para hacerlo- se ha desestimado una demanda contra Apple y el problema de la pantalla de los iMac, justo cuando casualmente (¿?) la compañía ha liberado una actualización que supuestamente soluciona este problema.
La demanda afirma que Apple ha sido en todo momento consciente del problema, y a pesar de ello, ha seguido vendiendo los ordenadores y nunca ha informado del fallo a los ya usuarios. El texto recuerda que cuando Apple tuvo que disculparse por el retraso de las unidades nunca dio una explicación, a pesar de que se apuntó a una falta de stock ante una cantidad de pedidos inusitada, cuando en realidad -según la demanda- en Cupertino estaban reparando el fallo que jamás reconocieron públicamente.
De todos modos el proceso fue presentado de forma global y representativa de muchos usuarios, y eso permitió rescatar otros procesos de tiempo atrás similares con otros antiguos modelos de la compañía achacados supuestamente por el mismo problema, aunque en estos casos y por aquel entonces, la repercusión no tuvo ni por asomo el eco que ha tenido el problema de los últimos iMac. La cosa es que se recogieron varios casos pendientes y se unieron en una única causa. Y aquí surge el principal motivo sobre el porqué se desestimo la demanda: por ser demasiado amplia, global y generalizada, en vez de concreta y apuntando a un único problema; además, la demanda solicitaba una indemnización por daños y perjuicios para cada usuario, al margen del problema que hubiera sufrido cada máquina y cliente.
A pesar de que la desestimación de la demanda coincide con el lanzamiento del parche que teóricamente corrige el problema de los nuevos iMac, se asegura que no hay ningún tipo de relación entre ambos hechos.
Vía | Techcrunch