Cuando hace escasos días desde Macrumors se destapó que Apple ya tiene registrada la marca iSlate mediante una empresa secundaria, casi todo el mundo se ha lanzado a difundir el hallazgo como si se tratase de la máxima evidencia de que la compañía ya tiene nombre y forma al aparato en cuestión. No dejan de ser rumores en base a cabos atados y especulaciones, pero no hace falta decir que parece que realmente hay algo.
Puede que a muchos lectores os sorprenda que no siguieramos la corriente de estos recientes días, y tiene una explicación muy lógica. Ya lo hicimos en su momento, y no fue ni hace un par de días ni una semana. Fué en octubre, cuando se nombró un iSlate en un evento público, con uno de los grandes medios editoriales del mundo a la cabeza. Algunos lectores nos dijeron de todo por dar bombo a algo así, y la reseña cayó en el olvido. Después apuntamos a un evento en enero y nos escupieron de nuevo. Y luego, relacionamos el evento de enero con el tablet de Apple, y nos vapulearon otra vez.
Pero casi dos meses después, en el momento que los blogs de referencia y sitios de reputado prestigio empiezan a juntar piezas y apuntan a lo mismo que nosotros, todo son halagos. Y es aquí donde hay algo que no encaja.
A los lectores que nos seguís a diario, gracias por estar ahí y felicidades, porque estáis comprobando que desde Appleismo en esta ocasión –y no es la única– nos adelantamos al resto. Y a los que solo entráis para insultarnos, en fin, nada puedo deciros mientras os escudáis cobardemente detrás de direcciones falsas. Cuando entre vómito y vómito tengáis un momento, buscad en la red lo que significa La Conjura de los Necios y ahí os veréis reflejados.
