La imposibilidad de ofrecer una navegación óptima en el iPhone parece que es el principal motivo del porque Apple le ha dado la espalda desde el primer momento a Flash en sus dispositivos, según se desprende de lo que explica Walter Luh, que había trabajado tanto para Apple como para Adobe. Lo mejor de todo es que internamente y al principio, esto no era así.
Resulta que Apple estaba dispuesta a implementar Flash en el iPhone e incluso estaba fomentando su uso, pero por motivos desconocidos cambió radicalmente de política y no le dio la más mínima oportunidad. Las intenciones iniciales llegaron hasta el punto de que actualmente existe un sistema creado con el SDK del iPhone que permite interpretar la simplicidad de las versiones iniciales de Flash mediante el lenguaje de programación Lua. Eso si, Luh también afirma que Flash no es bueno a la hora de crear buenas experiencias móviles, lo que en cierto modo casa con lo que Apple ha dicho desde que el iPhone vio la luz.
Siempre he pensado que Apple tiene muy en cuenta la primera reacción del usuario básico ante un fallo de sus dispositivos. En el caso de Flash implicaría que cada vez que haya un cambio Apple no puede implementarlo hasta que Adobe lo tiene listo, pero hasta que eso ocurra, desde el punto de vista humano, lo que fallaría es el propio aparato, no la tecnología que no funciona del todo bien. Y es aquí donde entra uno de los principales motivos del porqué del cerrado sistema de Apple: que si uno lo tiene todo bajo su control y supervisión garantiza su eficiencia y buen funcionamiento, y sólo depende de él el implementar las pertinentes soluciones, cuando no depende de terceras partes para que mejoren las cosas. El resultado es que el iPhone, a la manera de Apple, funciona, pero eso implica restricciones y alejarse de los estándares populares más usados. El valorar si la forma de hacer las cosas de Apple compensa o no, ya depende del usuario final.