Dos de los puntos más discutidos sobre el iPad es el ancho marco que bordea la pantalla, y la total ausencia de cámara. Basta con mirar -que no solamente ver- la imagen superior para darse cuenta de que Apple ha puesto el marco por motivos de peso -nunca mejor dicho- y que no ha puesto cámara para que el usuario se sienta más cool.
Si toda la pantalla es multitouch, toda la pantalla es sensible a que los dedos ejecuten acciones sobre esta, ni que sea de forma involuntaria. Pero si a esta pantalla le pones un marco, tienes un punto de sujeción que te permite precisamente eso: sujetar el dispositivo. Si el marco fuese también pantalla, la única alternativa para sujetar el iPad sería como si este fuese una bandeja, recostado sobre la mano, lo que implica que se pierde (más) estabilidad a la hora de escribir o tocar en alguna parte, por no decir que con la inlcinación de la mano para facilitar la visión, el aparato podría estrellarse contra el suelo. De todas formas si la intención es sujetar con una mano y escribir y tocar con la otra, la estabilidad es más bien escasa. pero no debemos olvidar que el iPad incorpora acelerometros para por ejemplo, usar videojuegos, como en la imagen. Necesitamos algo por donde sujetar el aparato con ambas manos.
Hablemos de la cámara. ¿Donde la queremos? ¿En el frontal para realizar videoconferencias, o en la parte posterior, como el iPhone, para hacer fotos? Vamos con la primera opción.
Estamos hablando de una media de 700 gramos de peso. Y sobra decir que queremos dar una buena imagen a cualquiera con el que queramos videoconferenciar. ¿Aguantaríamos toda la charla sujetando el aparato a la altura de la cara?¿Ofreceríamos estabilidad de imagen si lo sujetamos -por el marco, es decir, con pinzas– con una mano, mientras hacemos cualquier otra cosa con la otra? Plan B: nos ponemos el iPad en el regazo. De esta forma, ofrecemos un fabuloso plano contrapicado de fosas nasales con papada incluída a nuestro interlocutor, y si mucho me apuráis, con barriga cervecera de regalo. O eso, o lesión de cuello y espalda, que de todas formas conseguiremos si escribimos de forma prolongada con el aparato. Esto no es cool. Y Apple es cool y quiere que sus usuarios nos sintamos cool.
Cámara en la parte trasera. Insisto: coger el iPad con una mano pero sin hacer pinza para tener toda la imagen a punto de capturar a la vista, y con la otra pulsar el botón de realizar la foto. No hay estabilidad: Son alrededor de 700 gramos de peso en suspensión. Y si la hay, se va al carajo en el momento que pulsemos en la pantalla. Eso si; probablemente podríamos realizar vídeos a la altura de una steadycam.
Apple pretende que quien quiera hacer fotos para salir del paso tiene el iPhone o algún iPod reciente. Quien quiera calidad y estabilidad, debe comprarse una cámara. Y quien quiera realizar videoconferencias, iChat ya ofrece todo lo necesario y más para mostrar lo mejor de cada uno, con un Mac.
El día que Apple cree un dispositivo que pueda hacer de todo, y diseñado como todos queremos y al precio que consideramos correcto, se hundirá como compañía. Mientras eso no ocurra, soñar es gratis.