Apple lo ha vuelto a hacer. No es ni por asomo la primera vez, y es muy probable que no sea la última. La actualización del software iPhone 3.0 será gratuita para todos los usuarios del iPhone, pero de pago para los usuarios del iPod touch, que tendrán que desembolsar poco menos de 10 dólares, o el equivalente al cambio de moneda de cada país.
La excusa que siempre ha esgrimido Apple es que son productos distintos desde el punto de vista no solo de la compañía sino de una ley americana -solo aplicable en California- que obliga a diferenciar ambos aparatos. Esta ley dice que el iPhone es un teléfono, y el iPod touch no lo es. Hasta ahí de acuerdo. Pero el software es el mismo. Lo mejor de todo es que nunca he comprendido como se puede aplicar una ley de un país a todos los países, o como todos los países tenemos que pagar el pato de una ley que ni le va ni le viene.
Y aun hay más. El iPod touch tiene un coste que puede variar con el tiempo. Pero si empezamos a sumar el coste de las actualizaciones -desde que salió a la venta el producto-, la broma ya sale por un pico, por experiencia. Y si no, haced números. Al ritmo que están yendo las cosas, en breve valdrá más la pena hacerse con un iPhone que con un iPod touch; contratos de telefonía aparte, ojo.