La imagen que ilustra este artículo es más que representativa de cómo han acogido los mercados la keynote de hace unas horas.
Es muy sencillo: los parqués han rechazado el iPhone grande (primer pico) y han empezado a remontar en el momento que se han empezado a desvelar algunas características propias y exclusivas del aparato -a menos que el día de mañana muchas de estas sean incorporadas al iPhone-, sumado a la presentación de la tienda de iBooks. El despegue de la cotización de Apple ha llegado en cuanto se ha desvelado el precio de partida del aparato (segundo pico) pero ojo, porque las cosas pueden cambiar en las próximas horas, tanto para bien como para mal.
La bolsa mira al iPad como el aparato que puede barrer de un plumazo a otros productos del mercado que se han popularizado en los últimos meses, llegando incluso a años, de que está dotado de una tecnología revolucionaria en cuanto a interfaz con una vertiginosa ascensión en un tiempo récord, sentado sobre una sólida base de aplicaciones y por ende, de posibilidades, y que además se le suma el plus -si se me permite la expresión- que es de Apple. Venderá a patadas, porque es de Apple…
… pero cuidado, porque en los parqués también se está diciendo que el iPad no es un producto, ni por asomo, sencillo de vender, aunque también hay estimaciones muy optimistas.