El tema que os contamos aquí, y ya lejos de la ironía -aunque la historia es totalmente real- tiene una otra cara que ha desvelado el Vicepresidente Sénior de Apple Ron Johnson en sus declaraciones a la cadena ABC.
El directivo, hablando sobre el porqué Apple no permitía hasta ahora el pago en metálico cuando cualquiera compraba un iPad, ha explicado que «las ventas en el mercado gris nunca fueron el problema, como muchos suponían. La política fue instituida para asegurarse de que los iPad se distribuían equitativamente durante la época de una elevada demanda». Creo que el directivo ha omitido un importante matiz: el negocio paralelo y el ansia de control no tiene nada que ver con un reparto equitativo.
Un directivo de la compañía me ha dicho en más de una ocasión que «la cuestión no es el negocio de Apple; la cuestión es el negocio que se genera alrededor y a costa de Apple.
Si alguien compra varios iPad y los pone a la venta, está contribuyendo al reparto equitativo, salvando los (pocos) casos de usuarios que tengan 2, 3, o 30 iPad para su uso y disfrute. Así que esta argumentación no me vale. Pasa, y esto es lo que ha obviado el directivo, es que quien revende un iPad, está sacando partido económico directamente de un producto de Apple, aunque de paso esté contribuyendo al reparto equitativo. No hay ninguna diferencia en quién tenga poder para controlar el reparto equitativo, siempre y cuando no obtenga así un beneficio económico extra, pero esto en muy raras veces se dirá públicamente.
La otra vertiente es que si Apple controla el reparto equitativo, lo controla todo, si se suma la distribución, las ventas, si cerrado sistema, etc. A este respecto las cosas no han cambiado, si tenemos en cuenta que incluso comprando un iPad en metálico, el cliente debe abrir una cuenta de iTunes si no la tiene. Aquí ya no hay ansia de control por parte de Apple, ya que cualquier iPad sin cuenta iTunes no puede activarse.
