Entre los bastidores de Appleismo tenemos la sana costumbre de enzarzarnos en airados debates internos poco después de que se lance algo nuevo. Pocos minutos después de que se presentase el iPad ya nos encontramos metidos de lleno en buscarle los tres pies al gato. Algunas de esas ideas decidimos reflejarlas en un post poco después, y entonces, muchos nos echaron los perros en los comentarios al respecto de lo que apuntamos. Se equivocaron; nosotros no estábamos locos.
Copypasteo literalmente lo que vaticiné en este post pocas horas después de la keynote en la que se presentó el iPad:
Desde el principio se ha dicho que los ultraportátiles o netbooks se han concebido para hacer tareas básicas y livianas que no requieren demasiados recursos de procesador. Por eso cuestan tan poco. Si nos fijamos en las imagenes que os mostramos aquí, y en la fotografía que el iPad se muestra junto al teclado hecho aposta para la tableta, si colocamos el iPad en posición horizontal las medidas de este y las del teclado coinciden -aparentemente-. Y si embutimos ambos productos en la funda que ya anunciado Apple (en la misma imagen general) tenemos algo muy similar a un netbook, salvando ciertas distancias. Para muchos, daría el pego y les sería más que suficiente. ¿Rizamos el rizo? Si el iPad incorpora Bluetooth, se puede vincular a un iPhone; habilitamos el tethering y voilá: tenemos internet en cualquier parte en un iPad básico y sin 3G. Y cuando nos cansemos de trabajar, podemos tirar de videojuegos.
El principal argumento que normalmente se usa para intentar echar por tierra esta teoría se basa en que el iPad sin 3G no sirve de nada para usarse como netbook, y por ahora, no es posible realizar tethering sin haber jailbrokeado previamente el iPad. ¿Alguien puede decirme cuantos netbooks u ordenadores portátiles se venden con conectividad 3G?
Y es que cuando vemos que las ventas de los netbooks caen en picado desde que salió el iPad, y cuando comprobamos que ya están saliendo accesorios que convierten el iPad en algo muy similar a un netbook, es difícil negar que -de nuevo- teníamos razón. Y sólo es el principio.
Por cierto, cuando el iPad caiga en nuestras manos también haremos memoria de otros asuntos peliagudos del iPad como este, y también como este.
