Recientemente han aparecido en la red varios puntos de vistas que echan por tierra los rumores de un iPhone más pequeño. Algunos proceden de fuentes que a menudo aciertan y que, teóricamente, tienen acceso a cierto tipo de información. Otros son de personas anónimas, pero no por ello sus argumentaciones son descabelladas.
Como os explicamos, el New York Times ha publicado un artículo en el que asegura que, si bien Apple ha estado trabajando en un iPhone más pequeño, al final la idea se desechó, al contrario de lo que se publicó en su momento aludiendo al Wall Street Journal, que fue el mass media que apostó cuando surgieron los últimos rumores. Ambos rotativos citaron a «fuentes conocedoras del asunto que prefieren permanecer en el anonimato».
La otra teoría ha sido recogida por Daring Fireball, y se basa en un supuesto obstáculo que surgiría del cambio del tamaño de pantalla y cómo pesaría en las aplicaciones que ya existen en la tienda; supuestamente sería un trabajo titánico que asumirían los desarrolladores, y que Apple no quiere. A este respecto, mencionar que cuando salió el iPad imaginamos que los desarrolladores adaptarían las apps a la nueva pantalla; pero no. Simplemente duplicando el tamaño de la app ésta ya funciona. Por eso, muchas apps siguen sin adaptarse al iPad, con el consiguiente descontento de los usuarios por el efecto píxel. Claro que en el caso de un iPhone más pequeño la cosa podría cambiar; pues tampoco.
Simplemente, se mantendría la resolución de la pantalla, y para evitar que ciertos aspectos no se vieran en todo su esplendor, se tiraría de Retina Display con el fin de que el efecto visual fuera el mismo que en los terminales actuales -sin Retina Display- y/o muy parecidos al resultado visual del iPhone 4 -con Retina Display.
A esta conclusión se llega después de debatir sobre la necesidad de un iPhone más pequeño, producto al cual solamente se llegaría con una pantalla más pequeña. Hablando sobre la imposibilidad de sacarlo adelante por los obstáculos al respecto de la resolución de pantalla -que ya se «han solucionado» hace unas pocas líneas-, se alude también al hecho de que el tamaño actual del iPhone podría ser demasiado grande para usarse con unas manos pequeñas, porque a estas les es difícil sujetarlo. Se apunta al ejemplo de los niños de parvulario cuando, personalmente, creo -y corregidme si me equivoco- que el target comercial de Apple es cualquiera que tenga poder adquisitivo para comprar sus productos y que sepa valorarlos y sacarles partido. Y para todo lo demás, Fisher Price o PlaySchool, entre otros. Luego, puede que el tamaño del iPhone sea un punto crucial para muchos usuarios, pero en este segmento no entran los niños.
De todas formas, un lector ya echa por tierra la teoría de los niños, ya que los elementos que utilizan los niños pequeños suele ser proporcionalmente mucho mayor que una escala real y normal. Así pues, parece que en algunos puntos clave el tamaño importa, pero no resolutivo como para reducir el tamaño de un aparato de consumo que, insisto, no está dirigido a niños.
A la postre, lo de siempre. Estamos frente a rumores y teorías, y sólo el tiempo pondrá las cosas en su lugar.