Otra ronda de rumores que apuntan en este caso a que el fabricante Innolux podría haber recibido la orden de fabricar pantalla de 10 pulgadas para la tablet de Apple, en vistas que se lanzase al mercado en primavera.
Resulta que hasta que una vez se hayan fabricado las suficientes unidades para que se puedan comercializar pueden pasar semanas, incluso meses. Eso sería porque, según la fuente, porque las pantallas se someterían a un proceso de endurecimiento del cristal, que las haría más resistentes. Bien, puede que así sea, pero una cosa no tiene nada que ver con la otra. No puedes lanzar un producto a escala mundial sin estar preparado frente a millones de pedidos.
Pero es que hay más. Hay que tener en cuenta que Apple siempre lanza un producto y lo pone a la venta nada más anunciarse; se dice muy claramente en las keynote: «disponible, hoy». Excepto en un caso: el iPhone. El terminal de Apple, en cualquiera de sus versiones, siempre ha sido anunciado y presentado antes de su comercialización al tratarse de un producto innovador y que no se sabía cómo encajaría en el mercado. Fijaos que el iPhone se lanzó en un primer momento a escala muy reducida, y de ahí se calculó el impacto mundial. Si Apple tuviese en mente irrumpir en un mercado que, aceptémoslo, llegaría básicamente tarde y por detrás de la competencia -si al final se trata de algo similar a un ereader-, ¿lanzaría y comercializaría este producto sin saber si sería un éxito, y sin poder calcular anticipadamente cuantas unidades necesitaría para la primera remesa? Personalmente, creo que no.
Por otra parte, y al margen de cual sea el desenlace de la rumoreada tableta de Apple, ya son muchos indicios y opiniones de analistas los que apuntan a la primera mitad del 2010 como fecha de lanzamiento.