El individuo que ves en la imagen, es Grey Powell y es el reponsable de haber «extraviado» el prototipo del iPhone 4G o HD. El es un ingeniero de software en Cupertino y se dice que es aficionado a beber demasiada cerveza, tal y como se puede ver en la imagen.
Este empleado de Cupertino, tiene 27 años y estudió en la North Carolina State University. Se graduó en el 2006 y entre sus pasatiempos, está la fotografía amateur. Actualmente se encuentra trabajando en el software del Baseband del iPhone. El Baseband es el responsable de que el iPhone sea capaz de hacer llamadas telefónicas.
Según la historia que Gizmodo da a conocer, este individuo se encontraba bebiendo cerveza en el Bar conocido como Gourmet Haus Staudt, famoso por ofrecer todo tipo de cervezas de origen alemán en Redwood City, California. Señalan que estaba sumamente contento en un lugar inmejorable.
Según se dice, el escribió en el prototipo lo siguiente: «Yo subestimé lo grandiosa que puede llegar a ser la cerveza alemana«. Y es que se encontraba probando el funcionamiento del prototipo haciendo pruebas de campo. Se presume que fue la última actualización de su cuenta de Facebook desde aquel «terminal misterioso«. Además fue la última vez que vio el iPhone. Al salir del bar, se dirigió directamente a casa sin el prototipo en el bolsillo.
Al darse cuenta de que había perdido un prototipo y sabiendo como es que se las gastan en Cupertino en cuanto a las filtraciones de productos, la gente se podrá imaginar que las cervezas que bebió aquél día habrán sido las más amargas de su vida.
Hasta ahora, la seguridad de Apple había sido impecable. Si, se han filtrado una que otra imagen pero nada realmente importante que comprometiera a la compañía o a algún empleado de la misma. Incluso, hemos sido testigos de alguna información que ha resultado ser cierta y que seguramente fue filtrada por la misma compañía y que ha sido utilizada como estrategia de mercado.
Pero en general, la seguridad siempre había sido infranqueable, poco había sido lo que se había filtrado a lo largo de los años. En Apple cualquier gadget o cualquier ordenador, era protegido celosamente dentro de las instalaciones. Incluso hay quien dice que eran resguardados en bodegas especiales con códigos de seguridad que cambian varias veces al día.
Y que decir de los prototipos de los productos que están por salir a la luz, esos prototipos son resguardados más celosamente. Generalmente, escondidos en los laboratorios de pruebas de la compañia. En dichos laboratorios es común encontrar hardware, software y diseños industriales de productos, pero bajo ninguna circunstancia, se podrán encontrar señales de lo que será algún producto terminado.
Apple cuenta con guardias de seguridad que hacen las veces de policía secreta. Están escondidos prácticamente en cada esquina. Se trata de un equipo que tiene una sola misión: Asegurarse de que nadie hable de lo que hay en esos laboratorios de prueba. Y si hay alguna filtración de información, se encargan de encontrar al «traidor» y escoltarlo al edificio principal, seguramente para que firme su renuncia «voluntaria«.
Este equipo de seguridad son los ojos de Steve Jobs. El inusual CEO de la compañía, confía en ellos ciegamente para evitar lo que se podría convertir en la peor pesadilla de Apple: La filtración de información estratégica sobre algún producto que le podría costar millones de Dólares en promoción del producto. Es decir, algo que les pueda hacer perder el control sobre los ciclos de renovación de los productos.
Y Gizmodo señala que, a fin de cuentas, no hay seguridad infalible. Al menos donde el ser humano está inmiscuido. Los seres humanos son propensos a perder cosas. Tal y como lo es el iPhone de nueva generación.
La seguridad de Apple cayó estrepitosamente el 18 de Marzo del 2010. Ese día, el individuo en cuestión se encontraba bebiendo cerveza a tan sólo 20 millas de las instalaciones de la compañía. Se estaba divirtiendo. Departía con infinidad de gente que se encontraba en el mismo bar bebiendo de la especialidad de la casa, pero con un prototipo de Apple en las manos y que nadie se explica como salió de las instalaciones de la compañía.
La persona que eventualmente encontró el prototipo del iPhone, se encontraba sentado junto a Powell. Estaba bebiendo con un amigo. Señala que vio a Powell pero que no encontró nada extraño en él. Al menos, hasta que se fue del establecimiento. Y es que el acompañante de Powell terminó verdaderamente ebrio y regresó a sentarse a su mesa en solitario.
El acompañante de Powell señaló el prototipo del iPhone que se encontraba en la silla donde Powell había estado sentado durante varias horas antes de marcharse a casa, se trataba del prototipo, que a la postre, el empleado de Apple perdió y que fue a dar a manos de Gizmodo.
El acompañante de Powell preguntó: «Oye, ¿ese es tu iPhone?»
«Hmmm, ¿que?» respondió quien finalmente se quedó con el iPhone de Powell «No, no es mío».
«Ah, entonces imagino que es de tu amigo» refiriéndose a un individuo que se encontraba en el sanitario del bar. «Tómalo«, dijo el acompañante ebrio de Powell. Prosiguió diciendo «No querrás perderlo». Acto seguido, se levantó y se fue del bar.
La persona que se quedó con el iPhone, preguntó por todo el bar si alguien había perdido un iPhone, nadie lo reclamó. En ese momento, recordó que Powell (el individuo al cual no le había prestado atención), estaba sentado junto a él. El y su amigo esperaron a Powell durante bastante rato, pero él nunca regresó.
Mientras esperaban, jugó con él. Hasta ese momento parecía un iPhone «normal«. «Pensé que se trataba de un iPhone 3GS como cualquier otro«. Estas aseveraciones fueron hechas mediante una entrevista telefónica. «Siempre había querido tener un iPhone, traté de utilizar la cámara pero el iPhone simplemente no me dejó«. El iPhone no parecía tener nada fuera de lo normal, sólo 2 códigos de barras incrustados en su carcasa trasera: 8800601pex1 y N90_DVT_GE4X_0493.
También dice que junto a las teclas del volúmen, se encontraba una etiqueta que rezaba lo siguiente: iPhone SWE-L200221. fuera de eso, sólo 6 pantallas con aplicaciones. Una de ellas era Facebook y en la página principal de Facebook, se encontró la cara del Ingeniero que perdió el iPhone, Gray Powell.
El individuo que terminó quedándose con el prototipo ,pensó en devolver el terminal al siguiente día, salió del bar junto con el iPhone. Cuando despertó después de haber bebido unas cuantas cervezas, el iPhone estaba literalmente muerto. Fue deshabilitado de manera remota presuntamente por medio de MobileMe.
Según él, hasta ese momento se dio cuenta que había algo extraño con ese iPhone. La parte externa del iPhone no era normal y además había una cámara frontal. Después de «jugar» un rato con él, pudo abrir el «engañoso» iPhone 3GS. Y si, ahí estaba un terminal completamente diferente de lo que se había visto hasta el momento.
Semanas después, Gizmodo lo obtuvo. Se trataba de una realidad. Una vez que pudieron ver el interior y el exterior del prototipo, no había duda, es el iPhone 4G. Aseguran que aprendieron mucho de esta historia y no supieron hasta el día de ayer, que se trataba del iPhone de Gray Powell, hasta que se comunicaron con él a su oficina en las instalaciones de Apple.
En resumen, esta es la historia que ha dado a conocer Gizmodo para explicar como es que el supuesto iPhone 4G o HD llegó a sus manos. Por más que se empeñen en asegurar que esta historia es verdadera, tengo mis reservas, dudo mucho que sea verídica, principalmente, porque se empeñan en dar muchas explicaciones. A fin de cuentas, no dan mayores detalles de como es que el terminal está en sus manos; que es lo que realmente nos interesa a la mayoría de nosotros. ¿Esto es lo que Gizmodo señaló que sería concluyente? A mi, sinceramente, me genera más preguntas que respuestas.
Vía | Gizmodo