Si el iPad sigue la senda del iPhone, esta tarde habrá muchas decepciones

Si el iPad sigue la senda del iPhone, esta tarde habrá muchas decepciones 3

En junio del 2009 Apple lazó el iPhone 3GS, una evolución -que no revolución– del iPhone 3G y un buen motivo para esperar al siguiente terminal por parte de muchos usuarios. Y acertaron. La diferencia entre el iPhone 3GS y el iPhone 4 sí que es enorme, pero entre los modelos 3G, no. Si el iPad sigue el mismo camino dentro de escasas horas, habrá muchas decepciones, porque las espectativas creadas por los usuarios están muy por encima de lo que Apple podría presentar, y si eso ocurre no es por culpa de Apple, es por culpa de las espectativas generadas y el pensamiento de los usuarios. Es lo que ha habido, lo que hay, y lo que muy probablemente habrá. No aprendemos; Apple es mala.

Lo máximo que se puede esperar es, haciendo un repaso a los rumores al respecto, un nuevo iPad más delgado y ligero, con un altavoz mayor, y una pantalla diseñada para ofrecer una mejor experiencia en condiciones de excesiva luz, como bajo el sol. Mayor potencia, compatibilidad con más redes de datos, cámaras frontales y trasera y con ello, vídeo. Fin.

Esto es precisamente lo que apuntan muchos medios basándose en la opinión de All Things Digital medio el cual, además de pertenecer al todopoderoso Wall Street Journal, fuente que muy a menudo acierta en estos casos, está capitaneado por Walt Mosberg, analista especializado en Apple y amigo íntimo de Steve Jobs. ¿Recordáis cuando a veces se menciona que Apple podría haber filtrado esa o aquella información aposta? Pues eso. Rebajando espectativas, por si acaso.

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