En el otro lado del charco Verizon celebra estos días varias charlas a nivel interno donde los directivos explican a sus subordinados que ocurrirá en los próximos meses, de cara a que la compañía esté preparada. Estas charlas coinciden en esta ocasión en fechas muy próximas al evento de Apple de mañana, y en este caso, hay una consigna muy clara para todos los responsables de almacenes de la operadora: Mañana será un gran día.
Verizon ha estado en el punto de mira tecnológico durante los últimos meses porque podría ser quien distribuya el iPhone a partir de mañana, debido a los numerosos problemas que AT&T ha tenido y ante la imposibilidad de poder gestionar el voluminoso tráfico generado por los millones de terminales de Apple. Últimamente también se ha apuntado que cabía la posibilidad de que la operadora pudiera distribuir en breve el nuevo iPhone -que no los modelos anteriores que seguirían en manos de AT&T- y no se puede negar que muchos vaticinan un tablet con algún tipo de conectividad en un producto que se distribuiría mediante subvención de operadoras telefónicas.
Son pocos los que no creen que mañana será un gran día, y por eso puede que Verizon esté levantando falsas espectativas a nivel interno, ya que hasta mañana no se sabrá nada seguro ni se puede dar nada por sentado. Ya queda menos.
