Aún y cuando el iPhone 3G S incorporará muchas de las características que cualquier usuario de empresa buscaría, los analistas aseguran que el iPhone 3G S, no está listo para convertirse en un terminal empresarial que pueda ser implementado en las grandes corporaciones.
Lo anterior, es asegurado por analistas que afirman que, para que eso suceda, el terminal deberá de correr un sistema que pueda ser gestionado por el equipo de IT de la empresa donde se desee implementar el iPhone como terminal empresarial.
Las grandes empresas, “deberán de estar seguras que cada cosa que el terminal haga, pueda ser auditada y comprobada. Y para hacer eso, deben forzar al usuario a crear un ambiente idoneo y consistente”, según afirmo Ken Dulaney.
El problema con el iPhone 3G S, es que no se tiene un sistema para obligar al usuario a cumplir con las políticas de la empresa y menos, para poder ser implementado entre un gran número de empleados, según dice Kevin Burden, quien es un analista de ABI Research.
Otro problema, según los analistas, es que el terminal no es multi-tarea, lo que impedirá a las empresas, correr procesos en segundo plano, lo que convierte al iPhone 3G S, en un terminal «poco seguro«. En cambio, tanto el Blackberry, como los terminales con Windows Mobile, tienen suficientes herramientas de gestión que los hacen ideales como terminales empresariales.
Por otro lado, todos los analistas coinciden en que el iPhone 3G S, va por buen camino para llegar a convertirse en un móvil que se pueda utilizar en las grandes empresas. Y aseguran que aunque tiene lo necesario para serlo, pero que «todavía no es suficiente«.
Independientemente de lo que los analistas han dicho, el iPhone, en algunas grandes empresas ya se ha convertido en una herramienta indispensable para sus empleados; los ejemplos más conocidos, son Kraft Foods y Oracle. Sin embargo, las empresas que ofrecen servicios financieros, han sido más difíciles de convencer.
En fin, ya veremos que sucede en el futuro, pero en principio, para que el iPhone pudiera llegar a convertirse en un móvil empresarial, Apple deberá de reconsiderar sus políticas excesivamente proteccionistas, tanto en el ámbito de aplicaciones, como en el de gestión.
Vía | MacWorld