A mediados de mes os contábamos que algunas operadoras están utilizando la baza de la fidelización para no perder clientes, cuando estos podrían pasarse a la competencia si esta ofrece lo mismo o mejor, con unas condiciones más atractivas. Este fin de semana ha surgido otra forma de «fidelización», que consiste en duplicar las penalizaciones a todos aquellos que se marchen antes de finalizar su contrato.
La operadora estadounidense AT&T podría casi duplicar las penalizaciones pasando de los 175 dólares a los 325 por cliente, si este se marcha a la competencia -o simplemente se da de baja- antes de finalizar su contrato. De todas formas, esta fórmula disuasoria no se ha asociado de momento a ningún terminal en concreto.
Mientras la pérdida de exclusividad del iPhone por parte de las operadoras parece que está cada vez más cerca, y muchos siguen pensando que la red de AT&T no puede soportar tantos iPhone funcionando a la vez, parece que ya se han encontrado fórmulas para demostrar que el cliente satisfecho es el que se queda, cuando en realidad, se queda porque la penalización por cancelación cuesta tanto como un terminal nuevo, aunque hayan pasado años desde que se firmó el contrato. Y lo peor de todo esto es que si se pone en práctica, es porque hay autoridades reguladoras que lo permiten.