Esta solución es tan sencilla, rozando lo absurdo, como efectiva. Resulta que un servidor ha terminado hasta las narices de que el Mac mini tenga que poner en marcha el ventilador tan a menudo, y de los calores del Time Capsule, el cual a pesar de que Apple asegura que es normal, a mi nunca me ha convencido una temperatura tan elevada que quema, literalmente; y a eso se le suma el ventilador del propio aparato, que a veces parece que vaya a pedir pista y despegar.
La solución era teóricamente fácil, se trataba solamente de levantar un poco los aparatos por separado, sino fuera porque tanto el Mac como el Time Capsule vibran; poco, pero vibran y hacen ruido. Y el aparato que está entre ambos (y que sirve para conectar 2 ordenadores en una misma pantalla/teclado/mouse) es enteramente de plástico, no lleva ventilación ni rejilla pero se calienta igualmente, y encima es muy sensible a las vibraciones, ya que en vez de botones lleva sensores al tacto muy sensibles. Así que el reto consistía en refrigerar los 3 aparatos; el coste total de la magnánima obra ascendió a menos de 2€.
El aire caliente siempre sube, por eso las torres llevan el ventilador que saca el aire en la parte superior. El problema era que el aparato que más se calienta es el Time Capsule que está debajo, y suelta el aire caliente a los aparatos que están encima. Por eso el Mac mini no bajaba de los 45 grados sin hacer absolutamente nada con él. Así que el primer paso fue refrigerar el Time Capsule.
Los Time Capsule tienen una base de goma que cubre toda la superfície con una doble función: evitar las vibraciones cuando el disco duro y/o el ventilador giran, y evita también que se deslice por la superfície donde está apoyado, cosa bastante improbable por el simple hecho de que aparato pesa, y bastante. Lo importante es que las aperturas de ventilación son prácticamente nulas. Cuando experimentaba varias posibilidades para levantar de la superfíce el aparato, me di cuenta de que la base de goma está metida a presión por las esquinas, lo que me permitió levantarla un poco. Debajo hay una placa de metal llena de agujeros formando líneas. De hecho los bordes de la base de goma que abrazan el aparato, y no solo las esquinas, están sueltos y metidos a presión. Así que la decisión fue rápida: fuera la base de goma. Toda la pieza excepto los bordes está pegada a la placa de metal con cola, por lo que hay que ir con cuidado si se quiere sacar entera, sobretodo en la parte central, donde está el logo de la marca en relieve. Con paciencia conseguí hacerme un recipiente cool para dejar las llaves cuando llego a casa, algo tipo una bandeja de entrada Apple única y exclusiva ;).
Ahora la cuestión era encontrarle unas patas lo suficientemente duras para que no cediesen por el peso con el tiempo, lo suficientemente resistentes para que no se deformasen con el calor, y lo suficientemente blandas para que amortiguaran las vibraciones. La solución la encontré en unas piezas tipo pinza de goma dura -que no plástico rígido- que se usan para amortiguar las puertas de los armarios cuando se cierran, tipo cilindros cortados transversalmente, pero con una base plana, por donde se pegan con su propia cola. Time Capsule refrigerado.
Una vez tenía ya fresquito el primer aparato fui a por el segundo. El Mac mini lleva unas rejillas de ventilación considerables por todo el borde, a pesar de que siempre terminaba arrancando el ventilador, por lo que no le desprendí la base de goma que también lleva, al igual que el Time Capsule. Así que pegué unas piezas como las del Time Capsule directamente sobre de la base de goma.
La parte que parecía más complicada era la de refrigerar el aparato que me permite conectar dos ordenadores con una pantalla, teclado y mouse. No solo quería refrigerarlo teniendo en cuenta que está entre dos aparatos que desprenden calor, sino que había otra cosilla. Resulta que tiene varias funciones que se accionan al tacto, mediante sensores, y son muy sensibles. Al situar el aparato entre otros dos que vibran, las acciones se disparaban aleatoriamente; comprobado.
Por motivos de espacio no podía ponerle las mismas patas que los otros aparatos, pero sabía que los soportes debían aguantar la bastante elevada y constante temperatura de la Time Capsule. La solución fué ponerle tacos de goma dura que normalmente se usan para colocar en la parte trasera de los respaldos de las sillas, para evitar que las paredes se rayen. Voilá. Tres aparatos pequeños pero matones perfectamente refrigerados por menos de 2€.
Las cuestiones estéticas no me preocuparon en absoluto. La imagen que veis arriba se ha hecho a la altura de los aparatos para que veáis las patas, pero normalmente las patas no se ven; es como si los aparatos estuvieran suspendidos en el aire. Aire fresquito. ;)