Al respecto de todo el revuelo que se está levantando alrededor del veto de Skype para iPhone por parte de las operadoras, y posiblemente a la vez ejecutado por Apple para tener contentas a las compañías que viven del negocio de la telefonía, hay un pequeño detalle que es muy curioso de ver, y que no se había dado hasta el momento.
El tema gira alrededor de Skype y la no permisividad de que la aplicación pueda usarse con el iPhone para mantener comunicaciones de voz sobre IP. El hecho de que la comunidad se haya levantado en armas precisamente ahora no deja de ser curioso, ya que Skype no ha sido la primera aplicación para iPhone que permite VoIP pero que dicha característica está siendo vetada; ya ha habido varios programas que teóricamente, en sus versiones de ordenador permiten la comunicación VoIP, pero que dicha posibilidad no está habilitada en su versión para iPhone. ¿Porque las protestas surgen precisamente ahora, cuando hace muchos meses que tenemos otras aplicaciones con el VoIP vetado?
Cabe la posibilidad de que Skype sea o la mejor aplicación para este menester o la que mejor funciona, o ambos, o que tal vez el programa sea el más popular y extendido, y que tenga el mayor presupuesto para publicitarse, y de ahí que se genere en base a éste toda la polémica, pero de todas maneras el problema -a mi entender- no gira alrededor de Skype, sino la de no permitir la comunicación VoIP desde ninguna aplicación, ni pasada ni actual, cuando este tipo de comunicación no es tal, según el organismo regulador americano.
Es como si los conductores empezaramos a cargar contra el petróleo y la gasolina y contra el hecho de que la indústria no permite que se comercializen vehículos que puedan utilizar otros combustibles muchísimo más económicos, cuando ya sabemos que hace muchos años que estos ya existen, y se podrán fabricar y comercializar. Tan curioso como incomprensible.
