Hace muy poco se hizo público que todos los desarrolladores de aplicaciones destinadas a la App Store, deberán costearse los servidores de notificaciones push si desean realizar pruebas con sus nuevos programas, y que funcionene como tal en el futuro. Dichos servidores se sincronizarían con los de Apple, y estos mandarían el resultado a los terminales de los usuarios. El problema parece que radica en el coste de dichos servidores por parte de los desarrolladores, algo que se antoja como muy caro no solo de comprar, sino también de mantener, ya que si cada aplicación tiene éxito el único camino a seguir es montar más servidores con más inversión.
Todos hemos leído en más de una ocasión que algunas aplicaciones de la App Store ha convertido en millonarios a sus creadores, y todos sabemos que cada desarrollador tiene que pagar como mínimo 99 dólares para entrar en el iPhone Program, y que cada descarga reparte unos beneficios a razón del 70% de su coste a sus creadores, y el 30% a Apple. Tal vez sería cuestión de que una pequeña parte de los beneficios por descarga se destinara precisamente a sufragar los costes de los servidores push, de forma que los desarrolladores pudieran trabajar sin preocuparse excesivamente de los beneficios y la amortización y, en caso de no tener éxito, las maquinas se las quedaría Apple. Porque si la compañía tiene éxito en esta función no le queda otra que adquirir con el tiempo más servidores y mantenerlos, así que en cualquier caso, Apple no perdería nada.
En la otra cara de la moneda están los desarrolladores; pocos estarían dispuestos a ganar menos en pro de una aplicación que no se sabe si tendría o no éxito, e invertir en algo que no se sabe si podría amortizarse. Y tal vez en el supuesto de que Apple pusiera en marcha una iniciativa de este tipo haría más grande la brecha entre los desarrolladores económicamente fuertes y los más humildes, algo que no sería bueno.
Lo que sí que tengo claro es que si el servicio de notificaciones push tiene éxito será gracias no solo a Apple, sino también a las aplicaciones de los desarrolladores. Y estos últimos no tienen en muchos casos los recursos necesarios para llevar a buen puerto las aplicaciones push, pero Apple sí que los tiene. Y es evidente que Apple no es una empresa que se gana la vida prestando dinero, pero con un poquito de voluntad creo que ganaríamos todos, la compañía, los desarrolladores y los usuarios.
