Durante las últimas horas se han disparado los rumores que apuntan a que Apple pretende crear algo parecido a un canal de televisión con contenido bajo demanda con un coste mensual de 30 dólares, basado en lo que ya se distribuye en iTunes. El entusiasmo generalizado apunta a una nueva era de la distribución de contenidos online gracias a la baza de una gran cantidad de cuentas de usuario ya creadas de iTunes, contenido muy concreto de ciertas cadenas que no se pueden ver en abierto, por llamarlo de algún modo, e incluso gente que apunta a la reinvención de la televisión convencional. Personalmente, creo que detrás de la luz cegadora de la iniciativa se esconde una salida urgente a un problema que tiene Apple con ciertos productos de iTunes.
La historia es que Apple llega tarde. La cuestión es que se enfrena a una competencia ya sentada y consolidad en este segmento que ya ofrece Netflix, Hulu ó Roku por citar sólo tres ejemplos y además, el sistema de distribución de contenidos de la compañía permite sólo la reproducción en sus propios aparatos, al menos oficialmente. En definitiva, que la compañía no está jugando la baza de la popularización que digamos.
De todas formas hay un aspecto que no se comenta; es el de las negociaciones que está teniendo la compañía con varias cadenas de televisión para tantear el terreno en vistas a lanzar el servicio durante el próximo año. Dichas cadenas de televisión tienen muy a menudo sus propias productoras que se encargan de realizar sus propias series, las cuales ya se encuentran en iTunes. La cuestión está por un lado, que ninguna cadena ha dado su beneplácito a la iniciativa de Apple porque ya tienen su propio modelo de negocio al margen de iTunes, pero probablemente porque se preguntan a qué viene Apple ahora a reinventar los acuerdos entre ellos e iTunes cuando ya hay contratos cerrados.
La respuesta podría ser muy sencilla: porque cierto contenido de iTunes no se vende como se esperaba y hay que darle salida como sea. Y no me sorprende, con tanto P2P, con una nula expansión internacional de alquiler de películas y vídeos, con lo fácil que es irse a un videoclub y alquilar un DVD que puede leerse en cualquier reproductor y, por encima de todo, con unos precios que son más que discutibles, no me extraña que las cosas a la compañía no le salgan los números.
Que no; que puede que esta vez a Apple la jugada no le salga tan bien. De hecho a través de iniciativas como esta ya se huele que hay algo que no está saliendo como se esperaba. Claro que los detalles de sus intenciones son todavía muy vagos… e incluso puede que apunten más allá de lo que parece.